Esclerosis Múltiple: Tratamiento de la Disfagia en la Esclerosis Múltiple

Tratamiento de la Disfagia en la Esclerosis Múltiple

Resumen objetivo elaborado
por el Comité de Redacción Científica de SIIC sobre la base del artículo
The Effect of Traditional Dysphagia Therapy on the Swallowing Function in Patients with Multiple Sclerosis: A Pilot Double-Blinded Randomized Controlled Trial

de
Tarameshlu M, Ghelichi L, Khatoonabadi A y colaboradores

integrantes de
Tehran University of Medical Sciences; Iran University of Medical Sciences, Tehran, Irán

El artículo original, compuesto por 6 páginas, fue editado por
Journal of Bodywork and Movement Therapies
23(1):171-176, Ene 2019

La disfagia es un trastorno frecuente en la esclerosis múltiple y se asocia con aumento de la morbilidad y la mortalidad. Si bien se emplea una terapia tradicional, se desconoce su eficacia frente al cuidado usual en estos pacientes.

Introducción

Uno de los trastornos neurológicos más frecuentes en pacientes adultos jóvenes es la esclerosis múltiple (EM). En más del 30% de los pacientes que tienen esta enfermedad, la EM provoca síntomas clínicos y neurológicos relacionados con la deglución, denominados disfagia. A su vez, la disfagia puede provocar deshidratación, desnutrición y neumonía por aspiración, lo que reduce la calidad de vida del paciente e incrementa las tasas de morbilidad y mortalidad en los estadios finales de la enfermedad. Por este motivo, es necesario tratar este síntoma desde sus estapas iniciales.
El objetivo principal de la terapia de la disfagia consiste en lograr una dieta normal de la forma más segura y eficiente posible. La terapia tradicional de la disfagia (TTD), la estimulación eléctrica faríngea, neuromuscular y del nervio vago son algunas de las estrategias que pueden emplearse. La TTD comprende técnicas de rehabilitación y de comportamiento que mejoran la fisiología de la deglución mediante ejercicios sensoriales y motores. Es un tratamiento potencialmente beneficioso, aunque no existe información suficiente que avale su empleo.
Por este motivo, el objetivo de este ensayo piloto, aleatorizado y controlado fue conocer los efectos de la TTD en la función de la deglución en pacientes con EM.

Metodología

Se llevó a cabo un ensayo piloto, a doble ciego y aleatorizado, en 20 pacientes con EM, que fueron divididos en un grupo que recibió el cuidado habitual (CH), que consistió en la supervisión durante la alimentación para controlar el flujo de alimentos y la eliminación de problemas determinados, como la aspiración, y otro grupo asignado a la TTD, que consistió en ejercicios sensoriomotores y maniobras de deglución. El tratamiento se prolongó por 6 semanas, con un total de 18 sesiones. LaMann Assessment of Swallowing Ability (MASA) se empleó para la evaluación de la función de la deglución, que fue el criterio de valoración principal. La habilidad de tragado se analizó al principio del tratamiento y en las sesiones 9 y 18, así como a las 6 semanas de finalizada la terapia. También se validó la mejora en la penetración y la aspiración laríngea y la gravedad de los residuos laríngeos con las Penetration-Aspiration Scale (PAS) y la Pharyngeal Residue Rating Scale (PRRS).

Resultados

Se incorporaron 20 pacientes; 11 tenían EM recurrente remitente, 3 presentaban EM primaria progresiva y 6, EM secundaria progresiva. La edad promedio fue de 43.7 ± 11.8 años, con una duración promedio de la enfermedad de 6.6 ± 2.9 años. El puntaje promedio de la EDSS, referido a la gravedad de la enfermedad, fue de 3.4 ± 2.2.
Los pacientes fueron aleatorizados en una proporción 1:1 al grupo de TTD y al grupo de CH; todos completaron el protocolo.
Respecto del objetivo principal, se observaron mejoras significativas (p < 0.001) en el puntaje de la MASA en el grupo de TTD, que se mantuvieron hasta 6 semanas después de finalizado el tratamiento. En el grupo tratado con el CH se observó una mejora significativa a partir de la novena sesión, con un empeoramiento sustancial durante el seguimiento posterior al tratamiento (p < 0.05).
Luego del empleo de la TTD solo un paciente continuó con disfagia leve. La gravedad de la disfagia entre grupos fue significativamente distinta (p < 0.001), y ningún paciente del grupo de TTD tuvo aspiración posterior al tratamiento.
En cuanto al objetivo secundario, los puntajes de la PAS y la PRRS mejoraron de manera significativa en ambos grupos (p < 0.05), aunque la mejora fue superior en el grupo de TTD.

Discusión y conclusión

El tratamiento de la disfagia requiere estrategias de rehabilitación. Según los investigadores, el presente es el primer estudio en evaluar los efectos de la TTD en pacientes con EM y disfagia. Los resultados hallados demostraron que los puntajes de la MASA, la PAS y la PRRS mejoraron de manera significativa en ambos grupos de tratamiento, aunque la mejora fue sustancialmente superior en el grupo de TTD.
En los pacientes asignados a TTD, la mejora del puntaje en la MASA se mantuvo, además, durante las 6 semanas posteriores al tratamiento, mientras que en el grupo de CH se verificó el empeoramiento de la condición en dicho periodo.
No se encontraron estudios similares para comparar los resultados obtenidos. Este trabajo ha demostrado que las técnicas de TTD pueden mejorar la debilidad, los umbrales sensoriales, el tono y la coordinación de la deglución, mientras que el CH solo elimina de forma temporaria los síntomas de la disfagia, sin lograr cambios fisiológicos.
Los efectos del tamaño de los puntajes de la MASA después del tratamiento sugieren que, en ambos grupos, las dos alternativas fueron altamente eficaces en la mejora de la función de la deglución en pacientes con EM y disfagia. Solo un paciente tuvo disfagia leve en el grupo de TTD, en tanto que ningún sujeto presentó aspiración. En cambio, en el grupo tratado con CH se detectaron 9 casos de disfagia y 6 de aspiración. La gravedad de la disfagia fue significativamente superior en el grupo de CH.
Respecto de los objetivos secundarios, los puntajes de la PAS y la PRRS disminuyeron de forma significativa a las 6 semanas de tratamiento en ambos grupos, aunque esta reducción fue significativamente superior en el grupo de TTD. Estos hallazgos indicaron que las técnicas de la TTD son más eficaces en la reducción de la penetración y la aspiración que el CH. Los hallazgos respecto de estos objetivos secundarios concuerdan con lo indicado en trabajos previos. La TTD parece lograr una deglución más segura que el CH, que solo modifica los movimientos de tragado mediante la modificación de la dieta y los cambios posturales.
La limitación principal de este estudio fue el tamaño pequeño de muestra, por lo que, según los autores, son necesarios más trabajos con mayor cantidad de pacientes para generalizar los resultados. En conclusión, este estudio ha demostrado que la TTD es una estrategia eficaz para lograr una mejora de la función de deglución en pacientes con disfagia y EM.

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